11.21.2006

Sin palabras...


La verdad... no entendí el sentido de este titular, que apareció en el sitio web de la Presidencia ("La verdad no tiene por qué afectar a las instituciones").

Sin comentarios.

11.01.2006

Que los niños (NO) vengan a mí

Colombia es un país cruel con los niños. No nos basta con tener “en engorde” al mayor asesino de infantes del planeta, sino que ya nos estamos acostumbrando a las denuncias diarias de maltratos, violaciones, abandonos, abusos y muertes para este grupo de las poblaciones “más vulnerables”.

Por eso, llama la atención que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tuviera guardados 820.000 millones de pesos de “excedentes financieros” en en Títulos de Tesorería (TES), al tiempo que descuidaba las condiciones y calidad del servicio para los niños de bajos recursos, por una supuesta “falta de liquidez”.

Esta entidad estatal encargada de atender a los infantes desprotegidos acaba de salir de una reestructuración donde se suprimieron cargos, como formula única para reducir gastos y mejorar la eficiencia operativa de la entidad. Sin embargo, según la Contraloría General de la Nación, esto sólo ha servido para disparar la contratación externa y dar una inadecuada atención en sus Hogares Comunitarios de Bienestar y Restaurantes Escolares.

En palabras de la Contraloría, “la supresión de cargos en el ICBF ha generado sobrecarga de trabajo a los funcionarios, obligando a contratar profesionales temporales para apoyar los proyectos de inversión y el desarrollo de las funciones de algunas dependencias, incrementando esta modalidad de contratación, que no es la más adecuada”.


¿Para qué tenía el ICBF ese dinero en bonos de la Nación, si no pensaba usarlo en su objetivo primario (los niños)? ¿Se justifica adoptar modelos de empresas privadas en instituciones públicas para buscar rentabilidad a toda costa?